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Fotis Katsikaris, " HUBO MUCHOS ALTIBAJOS EN EL PÁRTIDO"

El entrenador del UCAM  comentaba lo siguiente tras la derrota en MANRESA:

Hubo muchos altibajos en el partido. Salimos bien a la pista, pero tuvimos problemas con el bloqueo directo del rival. Con 7 abajo en el descanso salimos mejor en el tercer cuarto. Controlamos el rebote y tomamos buenas decisiones en ataque. Tuvimos la ocasión de marcar una diferencia mayor, pero no lo hicimos. Ya en el último cuarto, hicimos un ataque muy malo, fallando bandejas y dejándonos sin opción en los últimos instantes. Tenemos que subir un monte y va a ser complicado».

José Ángel Antelo se quedó en un punto, pero durante la semana ya había tenido problemas en su rodilla, lo cual le mermó en su juego: «Antelo tuvo problemas durante la semana y puede ser normal que tenga un partido así», dijo el griego. Lo que no comprende el entrenador del UCAM es que a un equipo le pueda afectar tanto no haber ganado nunca en Manresa. Es más, no cree que esta fuera la razón por la que el equipo cosechó su 17ª derrota en casi 25 años que se viene repitiendo este enfrentamiento: 

«Desconozco si a los jugadores les afecta que nunca se haya ganado en Manresa y si por eso se fallaron bandejas. No lo sé, porque no estoy en la mente ni en los corazones de los jugadores». Y es que, en definitiva, su equipo volvió a hacer un mal partido a domicilio, donde su consistencia es mínima ante casi cualquier adversidad. 

Nada o muy poco tiene que ver el UCAM del Palacio de los Deportes con el que se sube al autobús para jugar fuera y eso inquieta al griego: «Me preocupa cada partido que jugamos en casa o fuera. No podemos quedarnos con que jugamos bien en casa y mal fuera porque nos puede salir un partido malo en nuestra pista. Me preocupa no jugar al nivel que podemos a domicilio».

Y con dos victorias por cinco derrotas, a dos triunfos de la Copa del Rey cuando solo se han jugado siete encuentros, el equipo está más cerca de la zona baja, por lo que Katsikaris prefiere centrarse en el próximo rival y olvidarse de los objetivos a largo plazo: «Me gusta que la gente pueda hablar sobre que el equipo aspira a jugar la Copa, pero la realidad es otra. Es una derrota que duele mucho porque pienso que podíamos haber ganado. Hemos perdido y eso duele».